Tras nuevo “numerito” de Gaspar Rivas proponen examen sicológico para candidatos a diputado

Los fuertes insultos que profirió el diputado Gaspar Rivas (PDG) a sus compañeros de bancada este martes generaron una ola de críticas y de solicitudes de parlamentarios para escalar la situación al Comité de Ética u a otras instancias. Incluso se planteó la posibilidad de pedir un examen psicológico a los candidatos a parlamentarios. El presidente de Ética, Nelson Venegas (PS), fue quien propuso aquello como parte de una serie de reformas que presentará a los jefes de comité y al presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic.

“He solicitado una reunión con el presidente porque voy a presentar una modificación del reglamento con tres puntos: primero, que las actitudes más graves sean castigadas con el 100% de la dieta parlamentaria. El segundo tiene que ver con el hecho de que dentro de actitudes violentas se incorpore la violencia a través de redes sociales, sobre todo cuando se trate de discursos de odio”, explicó.

El tercero es el más novedoso: “en cuanto a los partidos, se tiene que generar un reglamento en torno a que los partidos al momento de definir las candidaturas tengan que realizar a lo menos un examen psicológico respecto a los candidatos o candidatas. Porque esta situación ya no da para más”, dijo Venegas. Las palabras de Rivas se dieron en el marco de una sesión de la Comisión de Personas Mayores y Discapacidad, donde se estaba debatiendo la censura a su ahora ex presidenta, Carolina Marzán (PPD). En ese contexto, Rivas se refirió a su jefa de bancada, Yovana Ahumada, y subjefe de bancada, Víctor Pino, como unos “conch…”. Además se justificó con que tenía fuero para emitir aquellas declaraciones.

No es la primera vez que Rivas deja bastante que desear como “Honorable” Diputado de la República. En 2016 dio que hablar cuando en el pleno de la Cámara trató a Andrónico Luksic de ser un “Hijo de P…”, epítetos que tras la querella por injurias del empresario le costó el desafuero y el escaño. Incluso se ganó una condena de 180 días de presidio menor en su grado mínimo. Desde entonces estuvo 4 años fuera del Legislativo, período en el que integró el grupo fascista neonazi Movimiento Social Patriota. Pese a ello, su crisis de identidad lo llevo hace tan solo dos semanas a criticar a su propio partido (PDG) por aliarse con los Republicanos. “El Partido de la Gente se está yendo hacia la derecha de una manera escandalosa” decía el mismo que en agosto se presentaba ante la Prensa como “el (Nayib) Bukele Chileno” con una estrella de sheriff en el costado y en una penosa intervención en que juraba que “Aunque tenga que entregar mi vida, y lo digo en serio, con un tiro en la nuca, voy a combatir a esas lacras asquerosas” refiriéndose a la delincuencia. Sacó más risas que aplausos un personaje que mensualmente le cuesta 7 millones de pesos a los chilenos.