La batalla por el dominio del Morro de Arica es uno de los hechos más importantes ocurridos durante la Guerra del Pacífico o Guerra del Salitre, que tuvo lugar desde el año 1879 hasta el año 1883, y en ella Chile se enfrentó a los aliados Bolivia y Perú con el objetivo de apoderarse del territorio salitrero, lo cual representaba una gran oportunidad de desarrollo económico.
Tras la toma de la ciudad de Tacna, el 26 de mayo del mismo año, se tomó la decisión de tomar Arica para asegurar el abastecimiento del Ejército y proteger la retaguardia de las fuerzas chilenas durante la Campaña de Lima.
Para apoderarse de Arica era necesario tomar el bastión de las fuerzas peruanas, es decir, el Morro de Arica. El coronel peruano a cargo de este fuerte era Francisco Bolognesi, quien rechazó la oportunidad de rendición ofrecida por las fuerzas chilenas, ante lo cual el Ejército chileno se preparó para atacar.
El responsable de llevar a cabo la toma del Morro de Arica fue del coronel Pedro Lagos, designado Comandante de las fuerzas de asalto. Éste desarrolló la estrategia de distraer la atención de los peruanos, generando maniobras que hacían pensar al enemigo que el ataque principal sería en el costado norte del morro (donde estaba el acceso central y más expedito para subir), de esta forma quedaba debilitado el frente sur del morro.
La madrugada del 7 de junio de 1880 comienza el enfrentamiento, cuyo plan original contemplaba que el Regimiento Buin (de reserva), debía unirse a los Regimientos 3º y 4º de línea para apoyarlos en la toma del fuerte más poderoso ubicado en la cima del morro, llamado Cerro Gordo. Sin embargo, la rápida victoria animó a los soldados a seguir inmediatamente con la toma del fuerte de la cima, sin esperar los refuerzos. Finalmente, luego de 55 minutos de batalla y de un intenso combate a corvo, rifle y bayoneta, los chilenos se apoderaban del Morro de Arica.
Con la toma del Morro de Arica, los soldados chilenos no sólo aseguraban su dominio en la zona, sino que también consiguieron apoderarse de víveres, forraje para los animales, municiones y bastante armamento, que los peruanos guardaban en sus fuertes. Además, entre todas estas cosas, encontraron el estandarte del Regimiento 2º de Línea que había sido arrebatado por los peruanos durante la Campaña de Tarapacá.
Entre las fuerzas peruanas se contaron cerca de 1.900 soldados muertos, entre ellos el destacado Coronel Francisco Bolognesi. Por otra parte las fuerzas chilenas tuvieron aproximadamente 433 bajas, incluyendo al destacado Comandante del Regimiento 4º de Línea, Juan José San Martín. Ante la labor del Regimiento 3º y 4º de Línea, cuya iniciativa hizo innecesaria la participación de la Caballería y Artillería, el Ejército de Chile conmemora el 7 de junio como el día de las Glorias de la Infantería, en honor a estos soldados.