Esta semana se dio a conocer la decisión de la firma neozelandesa Fonterra de vender Soprole, donde tiene una participación del 99,7%. En conversación con Punto de Encuentro, el presidente de Fedeleche y de Aproleche, Marcos Winkler, aseguró que era una decisión esperada en la industria y que no debería afectar a los productores lecheros de Osorno, provincia que concentra la oferta a nivel nacional.
¿Cómo toma el gremio la decisión de Fonterra de vender Soprole?
Esta noticia no es una sorpresa. No es algo que no se sabía. La información de la venta es un tema que se ha conversado en distintos niveles desde hace varios años. Fonterra ha tenido un desarrollo importante en el Mundo, pero también ha tomado la decisión de salirse de algunos países. Por lo tanto no es una decisión extraña. Y, por otro lado, nosotros estamos convencidos de que el sistema productivo chileno está muy fuerte, al alza. La demanda de producto lácteos está al alza y, por lo tanto, el interés de otras empresas, nacionales o internacionales de mantener esta empresa va a ser bastante grande. Por lo tanto, para nosotros, puntualmente nosotros creemos, y estamos trabajando para eso, que no va a haber ningún cambio directamente, sino que solamente va a ser el dueño de la empresa el que va a cambiar.
¿No deberíamos ver afectado el precio de la leche, por ejemplo?
No. No deberíamos ver ningún cambio ahí, porque las políticas de compra el nuevo dueño tiene que mantenerlas. Sí hay unas situaciones que nosotros tenemos que revisar y estar atentos; y para eso tenemos una comunicación muy fluida con los ejecutivos de la empresa. Y es que se mantengan los acuerdos que hasta ahora hemos logrado, ya sean los acuerdos con la Fiscalía Nacional Económica, los acuerdos con el Tribunal de la Libre Competencia, los acuerdos extrajudiciales también, donde la empresa asume ciertas responsabilidades como mantener la Sentencia 7, cumplir con todos los objetivos de la Sentencia 57. Finalmente todo esto tiene que ver con el mercado de la leche, con el funcionamiento de la compra de leche, con la comunicación de las pautas. O sea, una estructura para que el productor esté tranquilo y pueda producir su leche y pueda comercializarla de buena manera. Y eso en este momento está funcionando. Existe, y nosotros tenemos que lograr que eso se mantenga con el nuevo dueño.
¿Estos acuerdos que mencionas han sido solamente con Fonterra o con todas las empresas?
Con todos los actores hemos trabajado en distintos niveles. Con cada uno en distinta etapa y, de hecho, en este momento existen varios acuerdos que están en curso. Por lo tanto es algo que nos interesa muchísimo. Que el mercado de la leche funcione bien; que se regule con la oferta y la demanda, como debe ser. Y eso hoy día está siendo así, está funcionando, y tenemos acuerdos con distintas industrias indistintamente, así como con Soprole-Prolesur.
¿Tienes noticia de las razones por las que Fonterra pone a la venta a Soprole?
La argumentación que ellos nos entregan es que estarían ahora en un proyecto de incentivar o mejorar la producción interna en Nueva Zelandia. Eso, no necesariamente en aumentar su producción, sino en mejorar las estructuras, llámese sustentabilidad, llámese carbono-neutralidad, llámese mejorar la emisión de gases de efecto invernadero. Entonces ellos tienen un proyecto de mejorar de aquí al 2050 su estructura interna y, para eso, decidieron hacer estos movimientos que tienen relación con Chile.
¿Junto con Chile ponen también a la venta filiales en otros países?
En Australia van a hacer una reestructuración. No he podido tener la claridad absoluta de si es una venta completa o sólo una reestructuración de la cantidad de acciones que tiene en Australia. Pero serían los dos focos que en este momento se están vislumbrando.
No es un secreto que el ambiente político está algo “enrarecido” en Chile actualmente y no son pocos los que dicen que algunas empresas extranjeras se están poniendo nerviosas. ¿Ves alguna relación ahí?
Es absolutamente claro que ese tipo de cuestionamientos surgen frente a una decisión como ésta. Yo creo que en cualquier minuto el cuestionamiento sería el mismo, ya sea que políticamente estemos más estables o más inestables, siempre el movimiento de una empresa de este tamaño genera dudas y genera incertidumbre en todo ámbito de cosas. Yo creo que esta cuestión de la venta de Soprole se viene escuchando hace mucho tiempo, no de este año. Por lo tanto, no tengo la sensación de que esté involucrado por alguna sensación chilena, puntual; sino que es por la estrategia neozelandesa.
¿No hay entonces mayor motivo de preocupación para los productores locales?
Efectivamente. No deberíamos preocuparnos. Estoy trabajando con el equipo gremial muy alineado con el equipo ejecutivo de la empresa para poder resguardar todo y esperando que se mantenga así como lo estoy diciendo ahora y esto se lleve de la mejor forma.
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