«Las personas que viven en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia serán nuestros ciudadanos para siempre«, sentenció entre aplausos Vladimir Putin en la ceremonia oficial de anexión formal de cuatro regiones de Ucrania que actualmente ocupan parcialmente sus tropas invasoras. «Llamamos al régimen de Kiev a poner fin a la guerra y volver a la mesa de negociaciones», dijo evitando de nuevo referirse a Ucrania como nación en un discurso ante la élite rusa en el Kremlin.
Putin aseguró que Rusia está dispuesta a «negociar». Pero no habrá ni un paso atrás: «La decisión de los habitantes de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk debe ser respetada». El líder ruso adelantó que «vamos a defender nuestras tierras con todos los medios disponibles», repitiendo el aviso de hace días de que usará armas nucleares para defender estos nuevos territorios robados.
El territorio total que se anexiona Rusia tiene aproximadamente el tamaño de Portugal y supone el 15% de Ucrania. Las zonas anexionadas incluyen las capitales de Donetsk y Lugansk, pero no la de Zaporiyia, que sigue en manos ucranianas. «En Zaporiyia y Jersón han sufrido un verdadero genocidio», dijo el presidente ruso para justificar sus nuevas conquistas. «La URSS no existe», abundó Putin en su discurso, «no se puede volver al pasado, pero no hay nada más fuerte que la voluntad de estas personas de volver a su patria histórica».
Ya en el inicio de su discurso Putin se mostró desafiante ante «Occidente, que busca preservar el sistema neocolonial para dominar el mundo a través del dólar». Nos quieren como una nación de esclavos, por eso atentan contra nuestros filósofos», dijo Putin en referencia al atentado que mató a Daria Dugina, la hija del pensador ultraconservador Alexander Dugin. «Ellos no necesitan nuestra Rusia, somos nosotros los que la necesitamos».
En su alocución Putin llegó incluso a acusar a Estados Unidos de estar «ocupando» países como Alemania, y de estar «vigilando» a sus líderes, que se «tragan este maltrato». «Lo llaman solidaridad euroatlántica», dijo con desprecio el líder ruso, que ya reconoció el jueves la independencia de las regiones sureñas ucranianas de Jersón y Zaporiyia, sus nuevas conquistas, como paso previo a su anexión por parte de Rusia. Una revancha contra Occidente a costa del suelo ucraniano.