Aunque en gran parte del conteo de los votos lideró el actual mandatario, Jair Bolsonaro, poco a poco el favorito de las encuestas, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, fue avanzando y logró quedar en primer lugar en las elecciones, sin embargo, no le alcanzó para ganar en primera vuelta, como anunciaban los analistas electorales.
Con el 98,35% de los votos contados, según los resultados divulgados por el Tribunal Superior Electoral (TSE), Lula obtuvo el 48,07% de las preferencias, seguido por Bolsonaro, quien contó con el 43,51% de los sufragios.
El jefe de Estado venía liderando el resultado desde el comienzo del escrutinio, lo que sorprendió ya que hasta ayer -y durante las semanas previas- las encuestas daban como ganador en primera vuelta a Lula, quien finalmente se impuso en el tramo final del conteo.
Más abajo, en tercer lugar, aparece la senadora Simone Tebet, que según los últimos resultados, tiene un 4,19%, seguida por Ciro Gomes, con 3,05% de los votos.
Bolsonaro, que aspira a la reelección, consiguió en las urnas una diferencia menor frente al dirigente progresista, de menos de cuatro puntos porcentuales, que la que señalaban todas las encuestas, que preveían una victoria de Lula con entre el 50% y 51% de los votos y una ventaja de 14 puntos sobre el gobernante (entre 36% y 37%).
El expresidente (2003-2010) era señalado por todos los sondeos como el favorito para imponerse con una amplia ventaja, pero no consiguió más de la mitad de los votos que esperaba para garantizar la elección este domingo y sufrió duros reveses en algunos estados, como el estratégico Sao Paulo.
Además, el gobernante venció en el mayor colegio electoral de Brasil, con el 47,7% de los votos válidos, frente al 40,8% del exmandatario. En el emblemático estado de Río de Janeiro, tercer colegio electoral, la ventaja de Bolsonaro fue aún mayor, con el 50,9% frente al 40,7% de su rival.
Bolsonaro es el primer presidente brasileño en intentar ser reelegido que queda en segundo lugar en la primera vuelta.
Por tanto, ningún candidato consiguió matemáticamente alcanzar más de la mitad de los votos, por lo que el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) tendrá que enfrentarse al líder ultraderechista en una segunda vuelta, programada para el 30 de octubre.