Un día como hoy, 3 de julio de 1971 murió el cantante y mítico vocalista de la banda The Doors, Jim Morrison.
James Douglas Morrison nació el 8 de diciembre de 1943 en Meolbourne, Estados Unidos. Debido a sus composiciones, personalidad y actuaciones salvajes, es considerado por los críticos y fans como uno de los cantantes más icónicos e influyentes de la historia de la música del rock, y también debido a las circunstancias dramáticas que redoran su muerte, fue uno de los iconos más rebeldes de la cultura popular, representando la brecha generacional y la contracultura juvenil.
Morrison se ubicó en el número 47 en la lista de Rolling Stones de los 100 mejores cantantes de todos los tiempos, y en el número 22 de los 50 mejores cantantes de rock de la revista Classic Rock. Además, es considerado uno de los artistas con más sec appeal de todos los tiempos. Imitado por muchos, pero único como ningún otro.
Venerado e idolatrado por muchos saboreo la veneración, el éxito y la fama, y abusó de las drogas y el erotismo. Fue un ícono de lo prohibido, tanto de las quinceañeras del momento como de los hippies. Con sus letras, actitud, se convirtió en una auténtica provocación a los valores norteamericanos, seguidos por auténticos fanáticos que abogaban por el descontrol y la falta de respeto.
Luego de verse envuelto en un problema legal, debido a un incidente en un concierto, donde asistentes asegura mostró sus genitales, y en el cual arriesgaban ir a la cárcel, decidió abandonar la música, y radicarse en París, para dedicarse a una de las cosas que más le apasionaba, la poesía. Es allí cuando el 3 de julio de 1971, y a sus 27 años de edad fue encontrado muerto en la bañera de su casa, producto de un paro cardiaco, atribuido a una sobredosis de heroína, pero se alega que no pudo haber sido esa la causa exacta de su muerte puesto que no se le realizó ninguna autopsia. Actualmente la tumba de Jim Morrisón se encuentra en el cementerio del Père-Lachaise en el este de París.