Es médico general de zona y actualmente desempeña funciones en un cesfam de Entre Lagos en el área de salud mental, pero ahora está decidido a disputar un asiento en la Cámara de Diputados por el distrito 25. Néstor Abarzúa estuvo en Punto de Encuentro, donde comentó que entre sus motivaciones para entrar a la política a sus jóvenes 27 años está su historia familiar.
“Cursando un diplomado de Gestión de la Administración de Recursos en la Atención Primaria me terminé dando cuenta de que los cambios que uno anda buscando, y no sólo en salud mental, no se pueden generar solamente en un box de 15 minutos de consulta, sino que hay que ir a disputar los espacios de participación ciudadana y por eso estoy acá” comenta. Agrega que “hay cosas que me han marcado. Sobre todo que mi hermana menos hace 10 años atrás tuviera un tumor cerebral. Eso me marcó profundamente. Se operó en hospital público y actualmente gracias a Dios no tiene ninguna secuela. Existen 128 mil familias en la Región donde hay una persona con una situación de dependencia o de discapacidad. Pero siempre detrás de esa persona está un cuidador, una persona que dedica tiempo de su vida al trabajo de su familiar. Ellos pierden familia, pierden amigos, pierden dinero. Yo estudié en un liceo público, en una universidad pública y pensé que tengo que retribuirle al sistema. Y fue el sistema el que me trajo para acá”.
Abarzúa, quien compite por un cupo de la Lista Apruebo Dignidad, tuvo duro términos para el show mostrado en el Congreso de cara a la acusación constitucional contra el Presidente de la República. “Han convertido la política en un circo” dice. “Actualmente el Congreso es como una broma de mal gusto. La gente quiere personas responsables, comprometidas y profesionales disputando estos cargos de elección ciudadana” asegura.
Por eso, y en honor a su propia historia personal y familiar, plantea que “uno de los ejes fundamentales de mi propuesta como candidato a diputado es la creación de un Sistema Nacional de Cuidados. Sus 3 ejes principales son: generar perfeccionamiento técnico para aquellas personas que se dedican a la labor del cuidado de algún familiar con dependencia o discapacidad; generar centros comunitarios que se dediquen a la labor de trabajo comunitario y de acompañamiento a los cuidadores y aquellas personas que lo necesiten y, empezar a generar de manera escalonada una remuneración a todas aquellas personas que se dediquen a esta labor. Profesionalizarla. No es descabellado pensar que una persona que ha dedicado gran parte de su vida al cuidado de algún familiar también pueda adquirir las herramientas técnicas que ya están. Que se puedan ir certificando, capacitando y poder otorgarle, quizás no un título propiamente tal, pero sí un certificado que ellos puedan presentar y decir ‘estoy capacitado para cuidar una persona’” dice.
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