A la luz de los últimos antecedentes en torno al secuestro y asesinato del teniente venezolano Ronald Ojeda, en cuya investigación la Fiscalía confirmó la tesis de un móvil político y que su muerte fue encargada desde Venezuela, el analista internacional Guillermo Holzmann destacó en Punto de Encuentro que este caso vuelve a poner en relevancia la inexistencia capacidad de controlar la inmigración ilegal que existe en el país.
«Esto deja en evidencia que la inmigración irregular que estamos teniendo acá, sin control ninguno, nos está generando un riesgo de seguridad, si no una amenaza, cada vez más patente. Y no se trata solamente del caso del teniente Ojeda, sino también del caso del teniente Sanchez (de Carabineros), cuyos asesinos también son venezolanos y colombianos irregulares y con orden de expulsión. Ahí hay un tema de voluntad política que hoy afecta al Gobierno de Boric, pero que viene de hace 10 años atrás, por lo menos» plantea Holzmann.
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